Imaginemos que yo era un soldado
Y tú eras una muchacha que vivía en un pueblo
Yo desertaba
Y te llamaba
Tú vivías sola en la casa
Imaginemos que llamaba a tu puerta
Afuera nevaba
En la lejanía, grandes fuegos
Y bombas
Tú preguntaste, – ¿quién es?
– Soy un soldado desertor, ¿puedo entrar? Que hace frío.
Imaginemos que tu abrías la puerta
Y decías, – entra rápido, estoy preparando la pasta
Imaginemos que yo entraba
Posaba el fusil sobre el suelo
Y me sentaba cerca del fuego
Porque, imaginemos, qué había un fuego
– Tengo vestiduras secas, me dijiste
Yo me aparté la capota
Y la chaqueta
Y me metí un jersey gris muy confortable
Y también unos pantalones
Y dejé las botas al pie de la chimenea
Imaginemos qué la pasta estuvo lista
Y tú me ofreciste un plato de ella
Y digamos qué comimos en silencio
Imaginemos que también había una botella de vino
– ¿Cómo es allá afuera? Me preguntaste
– Se dispara y se asesina, te respondí yo
Te dije, – has sido muy gentil al abrirme
Me respondiste, – fíjate, ¿quieres un poco de vino?
Digamos que te miraba
E imaginemos que estabas muy bella
Podríamos hacer lo que quisieramos
Imaginemos que me decías:
– Puedes dormir aquí esta noche
– ¿Y las otras noches? Te pregunté,
– También.
– ¿Hasta que no acaben los estallidos? Te pregunté
– sí, dijiste
Imaginemos que, finalmente, te decía mi nombre
Y finalmente, tú me dijiste el tuyo
Y finalmente me preguntaste, – ¿Podrías defenderme si llegaran?
– Sí, dije yo.
Digamos que estabamos muy cansados
Y mientras tú te preparabas para la noche,
Yo miraba por la ventana
Y afuera era todo muy blanco y silencioso.
– Ahora también las bombas duermen, dije yo
– Ven a la cama, dijiste tú
Imaginemos que no hicimos el amor
Al menos no la primera noche
Después se verá.
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Traduzione di Adri P. Martìnez M.
da “facciamo che io ero“
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